Cuando todos los días resultan iguales es porque has dejado de percibir las cosas buenas que surgen en tu vida. Llámame loco, pero... ¿De verdad no prefieres saltar de la cama, ensuciar toda la cocina mientras haces el desayuno y escuchar esa canción que tanto te hace cantar aunque lo hagas francamente mal? Hacer de cada mañana un día diferente está en tus manos, no esperes a que nadie lo haga por ti, y si alguien lo hace... invitale a desayunar. La felicidad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla todos los días.
Rafael Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario