5 de mayo de 2015

Una sencilla mañana

Creo que no existe fórmula para que al despertar sumes, dividas y multipliques y te de igual a una mañana perfecta, con tu tostada sin quemar, tu música preferida, tu colacao sin grumitos, tu zumo de naranja sin pulpa... A menudo, intentas hacer que los "buenos días" de alguien especial sean un poco mejores, sí... ya me entiendes... como si pudieras llevarle el desayuno a la cama o como si pudieras cogerle del pie derecho y hacer que sea ese el primer pie en tocar el suelo.
Cuando todos los días resultan iguales es porque has dejado de percibir las cosas buenas que surgen en tu vida. Llámame loco, pero... ¿De verdad no prefieres saltar de la cama, ensuciar toda la cocina mientras haces el desayuno y escuchar esa canción que tanto te hace cantar aunque lo hagas francamente mal? Hacer de cada mañana un día diferente está en tus manos, no esperes a que nadie lo haga por ti, y si alguien lo hace... invitale a desayunar.  La felicidad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla todos los días.


Rafael Rodríguez

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