29 de octubre de 2015

¿Y la fe?


Cojo aire en una pequeña bocanada y cierro los ojos, sintiendo como una inyección de oxígeno penetra en mis pulmones con rapidez. Suelto un suspiro, mientras cae de mi ojo derecho una ligera lágrima de resignación. 

Ya no soy el mismo, no pienso igual, ya nada me provoca aquella ilusión que me llenaba de felicidad.



Cuando una persona comienza a madurar, se da cuenta de que aquel mundo mágico e impecable no es más que una farsa que tu mente se ha ido creando a lo largo de tu infancia. 

Después de que veas la verdad, sientes una sensación parecida a cuando te arrebatan algo. En realidad, sí. Te arrebatan la esperanza en la humanidad.

Cuando abres los ojos solo ves miedo, muertes, personas que manejan a otras como simples marionetas, juicios malintencionados, vidas destrozadas.

¿Cómo se puede dormir bien? ¿Dónde quedaron los bailes, los besos, la verdad? 

Somos personas con una vida cínica que pretendemos que todos sigamos un mismo canon, una misma vida para todos. 

Necesito aquella fe que sentía en mi infancia. Necesito creer en el ser humano.

—Quiero escapar de este mundo.—

Jesús González Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario