5 de septiembre de 2016

No.

Y en la orilla de ese mar,

dejando que la salitre me envuelva,

pensando que retienes mi corazón con las manos,

respiro hondo y mis pulmones florecen,

mi sangre prende un incendio en mí.

Y cuando rompe la última ola,

te digo: no



Jesús González

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